Memorias de un "escao" de finales del SXX


A David Soteldo, cuya trompeta llama a formación

Vivir la aventura del escultismo, ser un boy scout o llegar al clan, suele ser un tiempo que te marca la vida, como me sucedió a finales de los años 70 del siglo XX. Quiero compartir algunas vivencias con ustedes, en especial con quienes tuve el privilegio de estar al borde una fogata en el Grupo Ser 77.

Cuando estás en los "escao" aprendes:

...que el pito de reunión toca para que estés ya en formación!

...que la tarde del sábado es el tiempo más esperado en toda la semana y que el atardecer de ese día nos encuentra mejor.

...que el día de tu promesa se parece demasiado al primer beso o a la primera salida al cine.

...que puedes aprender a cantar salsa, especialmente a Héctor Lavoe, antes de romper filas. "Che che colé, qué bueno es".

...a soportar el chalequeo más horrendo. "Escao culo cagao" o "los escao son unos muchachos vestidos de  pendejos y el jefe de los escao es un pendejo vestido de muchacho" son frases que te gritan en la calle o las escuchas en casa con estoicismo.

...a querer a tu espalda y piernas, cuando cargas un morral de 30 kilos, especialmente para caminar 42 kilómetros con tu scouter Miguel López Padrón.

...que los mejores amigos tienen tu misma pañoleta, tus mismos ideales y que pese a las diferencias están en la buena y en la mala.

...que debes cuidar la voz cuando haces el grito de la patrulla, ya que quedarás afónico hasta el martes.

...que NUNCA se le echa yesca verde al fuego!!! Quedarás ciego por media hora.

...que las canciones al pie de la fogata te harán llorar en cada rincón del camino.



...que una latica de leche condensada, palabra de honor, puede salvarte la vida en una noche de frío en el Avila. ¿No es así, Goyo?

...que te puedes mear de la risa, viendo a un compañero flojo que se metió en el sleeping bag, antes de recoger el campamento.

...que a veces no entiendes cómo no entraste al clan, si cumpliste todas las pruebas que te pidieron...

...que el filo de un cuchillo hay que respetarlo: cuando cae en tu pierna, así sea de refilón, causa muchísimo daño.

...que puedes caer en desesperación si un dirigente no encuentra el camino, incluso puedes mentarle "N" veces la madre, pero al llegar a la Cota Mil desdecirte en disculpas.

...que la mirada de decepción de un amigo cuando le fallas, es algo muy doloroso.

...que saludar con la mano izquierda, siempre te acerca mucho más al corazón, a lo grande y lo hermoso.

Si quieres agregar algo en esta lista, te invitamos a que lo hagas ya. ¡Siempre listos!

Amigos por siempre. Foto Hernán Sira

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cheerleaders venezolanas son mucho más que una cara bonita

Los 60 años del "Diablo" Lairet

Carlos Tarazona: ayer guerrero en la carrera, hoy dedicado con sus alumnos