A quién le duele la desaparición de la Cultural de Caracas 97.7 FM?

Tuve el privilegio generacional de conocer el dial FM, cuando sólo existía la Cultural de Caracas 97.7.

Uno pasaba el sintonizador y, zuassssss, daba la vuelta entera para terminar en el único sitio que emanaba sonido, y qué sonido, todo gracias a la sensibilidad del ingeniero Humberto Peñaloza, pionero y propulsor de la cultura en sus más variadas expresiones.




Tuve el privilegio de conocer y hasta comer en la casa de quien fuera el hacedor de música de esa emisora, el legendario operador de la cónsola el “Negro” Brito (QEPD), un hombre serio, trabajador, culto hasta la última célula y amantísimo padre de Aura Teresa, de mi hermano Ángel y de un tercer vástago cuyo nombre no alcanzo a recordar ahora.

Mis primeras nociones de ópera, de conciertos de alto vuelo, de sencillas sonatas, así como del canto lírico las conocí gracias a la Cultural de Caracas 97.7 FM. Era un amor raro: a veces me le perdía, pero en los momentos de angustia y necesario sosiego para terminar un trabajo, la buscaba con afán.

Con el tiempo, la banda FM se abrió a la explotación comercial. Llegó de todo, especialmente lo más estridente, lo más chabacano, pero la 97.7 se mantenía incólume, como el oasis para defender la sindéresis mental en unos tiempos que se fueron tornando más duros, más violentos, más despiadados.

Hoy quiero volver a escucharla, transitar las primeras horas del día con el “Concierto de la mañana” y es imposible. No existe. Ya bajo la administración del Sr  Omar Jeanton (así se escribe?) la Cultural parecía un hilo musical detestable en buena parte del día y para rematar, cosas de la conveniencia en detrimento de la tranquilidad mental de los escuchas, nos enjaretaron el reporte del tránsito.

La música pasó a ser un masacote, un relleno amorfo, donde se perdieron los créditos, la información de los géneros y la secuencia era poco menos que calamitosa en algunas horas de programación.

Pero lo más terrible de todo esto, es que pareciera no importarle a nadie la desaparición inexplicable, entre gallos y medianoche,  de la legendaria emisora: primero le “invadieron” su puesto en el dial para ser 97.3 FM. Y luego desapareció, al más puro estilo de los gorilas con charreteras del Cono Sur.

Si el “Negro” Brito estuviese vivo, seguro estoy, volvería a morirse de pena e indolencia…

PD: La cuenta @Lacultutal977 informó "ahora transmitimos vía internet y 97.3 fm Zamora Miranda , en breve ampliaremos la señal, Paciencia".

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