Marinos hizo historia en el básquet criollo y está a las puertas de su novena estrella




Pedro Marrero

El cuatro de junio de 1976, un grupo de entusiastas empresarios orientales disfrutaron de la primera victoria de los nacientes Caribes de Anzoátegui, que se impusieron al también debutante Millonarios de Miranda. Con score de 73 63. Aquel viernes, Domingo Cirigliano, José Luis Estévez, Víctor  José Di Jerónimo, Matías González, Florentino González, Raúl Díaz, Guillermo Álvarez Bajares y Ángel Rodríguez Barrios presenciaron el despegue de uno de los equipos llamados a tener gran popularidad y un rival de respeto en el baloncesto local.
Aquel equipo que originalmente se llamó Caribes de Anzoátegui, tenía como figuras estelares a Leopoldo Bompart, estudiante de la muy basketbolística Universidad de Georgetown, quien llegó driblando la bola entre las piernas, haciendo giros sensacionales y clavando el balón como un maestro. 
Leopoldo fue quinto entre los anotadores y reboteros, cuarto en tiros libres y tercero en asistencias, redondeando un excelente año. Víctor  Mora “el Brujo”, también figuró en la franquicia y ese año, al lado de los Bompart metieron a  Caribes en la clasificación como cuartos, cediendo en la semi-final  frente a Panteras del Táchira.
En la temporadas 81 y 82 los Caribes pasaron a ser Carteros, patrocinados por IPOSTEL, para retomar su nombre original desde 1983 hasta 1985.  En la temporada de 1986 se apagó la “Caldera del Diablo”, porque con el nombre de Marinos de Sucre el consentido de Anzoátegui se fue a Cumaná.
En 1987, ocurrió el despegue definitivo de los Marinos de Oriente en su sede natural el gimnasio Luis Ramos de Puerto La Cruz, con un trabajo sostenido que los llevó a armar aquel trabuco de 1990 con Luis Sosa, quien venía de Guaiqueríes;  Gabriel Estaba, quien llegó de Panteras y figuras de la cantera como César Portillo. Justo es reconocer que los Marinos a través de toda su historia han contratado excelentes importados, varios de ellos incluso han pasado por la NBA.
Uno de los mejores equipos en la historia del Básquet venezolano lo armó Marinos en la temporada de 1991, en la que gano el título de manera contundente dominando las siete series particulares, sin sufrir derrotas como local, saliendo victorioso en 34 de 42 desafíos, 19 de ellos en forma consecutiva, y 21 como local. Las cuatro columnas de esta hazaña están en la lista de los mejores jugadores de la Liga; Gabriel Estaba, Luis Sosa, Omar Watcott y Harold Keeling.  Posteriormente en 199, la Liga Especial se alarga los pantalones y se convierte en  Liga Profesional y de la mano de Monte Towe este fenomenal equipo se lleva el trapo campeonil.
En 1998 Marinos logra su tercer título, para que en las temporadas 2003 y 2004, bajo la conducción de Jorge Arrieta se convierta en el primer equipo en ganar dos campeonatos de forma seguida en la Liga Profesional. Y no conforme con esto en la zafra del 2005 se coronan  y así se convierte en el club con más títulos desde que existe la denominación de Profesional (7)  (1993, 1998, 2003, 2004, 2005, 2009, 2011)
Hoy por hoy Marinos de Anzoátegui es una de las organizaciones que cuenta con mayor respaldo en cuanto a jugadores criollos e importados, ya que sus dirigentes se han esmerado en la formación de nuevos talentos y además buenos contactos en las Ligas de Baloncesto Mundial. Es el equipo con más juegos ganados (846) en la liga en ronda eliminatoria, tiene la marca de más juegos ganados consecutivos como local 24 el último de la temporada 90, los 21 de la temporada regular en 1991 los dos primeros de la semifinal, sin lugar a duda esta divisa será siempre recordada por los grandes momentos que le ha hecho vivir a todos los fanáticos de este maravilloso deporte llamado Baloncesto. En la campaña de 2005 pasaron a ser Marinos de Anzoátegui,
Hoy cuando cumplen 36 años de aquel primer juego. Están por lograr su noveno campeonato en nuestro Baloncesto rentado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

XXX años de amores con la UCV. MI primer día de clases. III Parte

De vez en cuando, poesía: "el básquet me enseñó a vivir"