Gioconda Cabrera a la conquista de Buenos Aires con la Schola

El movimiento coral venezolano tiene sobrados motivos de orgullo y es que este miércoles 14 de marzo, una agrupación insignia como la Schola Cantorum de Venezuela abrirá la temporada 2012 del prestigioso Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina con la celebrada pieza La pasión según San Marcos, del autor Oswaldo Golijov.

Bajo la dirección de los maestros Alberto Grau y María Guinand, una pléyade de coralistas y músicos darán vida al magno montaje. Una de las solistas, Gioconda Cabrera, comparte con nosotros su sentir ante tamaño compromiso.

"Es un gran reto, ya que el autor Oswaldo Golijov es argentino y porque además servirá de marco para la apertura del famoso Teatro Colón de Buenos Aires. Habrá mucha expectativa por la intervención de la Scholla Cantorum de Venezuela. De hecho, la obra tiene mucho ritmo latino, mucha salsa. Yo hago una parte en la que encarno a Jesús. Es parte de la propuesta sincrética del autor, al hacer mujer al Hijo de Dios. Es la esperanza de la Paz en latinoamérica: Jesús puede ser mujer, hombre o a través de la música. Todo el mundo dice que parezco la hija de Celis Cruz en escena. Luego hago de fariseo. Biella Da Costa también hará una intervención importante. Aquiles Báez estará en la guitarra, Gonzalo Grau nos acompañará en el piano".

¡Gracias Polifónico!

La docente y músico argumenta que, por primera vez, la orquesta de cuerdas es argentina. La agrupación tiene unas perspectivas muy grandes sobre el magno evento. "Vamos a dejar a Venezuela muy bien. Es una gran responsabilidad como solista. Mi sello personal es mi familia y la música popular venezolana, que uno canta de corazón, no porque venga de un barrio".

Inevitable preguntarle a Gioconda, sobre la huella que en ella ha dejado el Polifónico Rafael Suárez, en su carrera: "esa querida agrupación forma parte de mis inicios, de mi formación, es mi todo. Con el coro, aprendí a dirigir, a discutir, maduré con mis hermanos y con mi madre María Colón de Cabrera. El PRS es mi cuna y yo sigo siendo un polifonista de toda la vida, acompañando a mi madre con su bastón, donde quiera que vaya. Con la gente nueva o con la vieja, afrontando las locuras que a mi mamá se le ocurren".